Nos pareció muy interesante este artículo de la página "Mujeres para la Salud". Que lo disfrutéis...
Autoplacer
Yolanda Diez Bastián
Psicóloga Feminista del Espacio de Salud Entre Nosotras
El
sistema de creencias de las mujeres respecto a la sexualidad ha ido
variando en los últimos años, ya empezamos a creernos, por fin, aquella
frase tan manida de “Tu cuerpo es tuyo”. Cada vez se cuestionan más las
normas sociales y menos las prácticas de las personas, aunque aún nos
queda mucho camino para deshacernos de todas esas creencias tan
arraigadas que sitúan nuestra sexualidad en manos de los otros, los
hombres, y centrada sobre todo en el sexo coital. Nos hemos creído que
si no tenemos orgasmos a través de la penetración, es porque tenemos un
problema, es decir, somos nosotras las que nos tenemos que adaptar al
tipo de práctica sexual que la sociedad patriarcal dice que esta bien,
aunque esta sobradamente demostrado que la forma mas habitual de tener
un orgasmo en la mayoría de las mujeres es a través de la estimulación clitoridiana y externa, y no tanto vaginal.
Fueron muchos los autores que hablaron de la masturbación, uno de los primeros fue Sigmund Freud
que sostenía que “ la masturbación adulta era la causa de una de las
formas de neurosis”, pero fue el Informe Kinsey el que provocó cierto
revuelo social al revelar que el sexo solitario era una práctica mas
común y habitual de lo que se pensaba en aquella época, tanto entre los
hombres como entre las mujeres y que no conlleva ningún tipo de daño
físico o psicológico sino todo lo contrario.
Uno
de los principales criterios para desechar esta práctica provenía del
miedo de que si los hombres se masturbaban no podrían utilizar su semen
para procrear, que al fin y al cabo ha sido el objetivo único de la
sexualidad durante mucho tiempo. En el caso de que fueran las mujeres el
peligro era que se las quitaran las ganas de tener relaciones sexuales
cóitales con los hombres, disminuyendo las posibilidades de concebir.
Con lo cual el trabajo de la sociedad patriarcal consistirá en hacer ver
ante los ojos de todos/as que la masturbación es mala y peligrosa y
¿cómo hacerlo? a través de mitos sociales que tiene la característica
fundamental de ser trasmitidos generación tras generación y no ser
cuestionados.
El sexo es una creación social,
las normas sociales determinan la conducta sexual adecuada, los
parámetros “normales”, en el momento en el que sale de estos, se habla
de patología, de enfermedad y desviaciones.
Prácticamente
toda la población en sus distintas etapas evolutivas se masturba, desde
muy temprana edad hasta ser ancianas/os. Aunque dependiendo del tipo de
educación y del sentimiento de culpa que se haya interiorizado, se
reconocerá mas abiertamente o no.
La sexualidad es otra de las formas en las que se puede visibilizar la desigualdad social.
Tanto a chicos como a chicas cuando empezamos a descubrir nuestra
sexualidad en solitario, nos llegan mensajes negativos, como una forma
de represión psicológica para controlar el hecho de ser parte activa de
nuestra sexualidad, relativos a la cantidad innumerable de consecuencias
físicas y psicológicas que puede tener masturbarnos :provoca
la caída del pelo y de los dientes, te vuelves loco/a, es un pecado
mortal, arderás en el infierno, te quedaras ciego/a, te saldrán pelos en
la mano…un sin fin de desgracias. Sin embargo las/os chicas/os
adolescentes se enfrentan de distinta forma a esta situación, los chicos
alardean y compiten para saber quien es el más macho, que viene
determinado por el número de veces que ha sido capaz de eyacular, sin
embargo en las chicas, nuestra feminidad pasa por el NO expresar
abiertamente las veces que nos hemos masturbado porque tiene una
relación inversamente proporcional al grado de decencia de una mujer.
La
consecuencia de esto es que los hombres mienten sistemáticamente en las
encuestas sexuales exagerando la frecuencia con la que acuden a la
masturbación, mientras que las mujeres mienten en sentido contrario,
minimizando la frecuencia.
El
código moral de la conducta sexual femenina siempre ha sido muy
restrictivo, muy distinto del de los varones. Hoy en día casi no se
habla de autoerotismo femenino y si se hace es casi siempre desde la
incomodidad, esto se percibe perfectamente en los grupos terapéuticos
que se imparten en A.M.S., a pesar de llevar meses reflexionando y de
haber trabajado sobre temas tal vez más dolorosos, este tema, es difícil
de verbalizar, da la sensación de que aún no hubiéramos asumido a nivel
emocional el derecho a disfrutar a solas de nuestra sexualidad, es
como que tuviéramos que hacerlo a través de la relación sexual con
otros/as.
Se
suele conceptualizar la sexualidad “solitaria” como el masajeo mas o
menos exitoso (orgasmo) de nuestros genitales (masturbación), no como
actividad en la que están involucrados todos nuestros sentidos,
desconocemos por completo lo que significa el autoerotismo.
En
la mayoría de los casos partimos del desconocimiento de nuestra
anatomía y más aún de su funcionamiento (fisiología), por ejemplo poco
sabemos del CLÍTORIS, cuando resulta que es la única parte de nuestro
cuerpo que no tiene otra función más que proporcionarnos placer.
Las
imágenes sobre la anatomía del clítoris no están bien documentadas, la
mayoría de las descripciones de los manuales son poco detalladas o
inexactas, hoy en día si vemos cualquier libro relativo a la educación
sexual de nuestras/os hijas/os podemos ver los dibujos de siempre, donde
el clítoris aparece como un pequeña protuberancia, sin darle toda la
relevancia e importancia que tiene y sin contemplar que es un órgano que
se extiende internamente. No se nos da una información veraz sobre algo
tan básico como lo es la anatomía de nuestros órganos genitales.
El
ejemplo y la diferencia se muestran claramente en las representaciones
gráficas que aparecen a continuación. En el primer dibujo se puede ver
lo que habitualmente llamamos clítoris, una pequeña protuberancia, una
especie de botoncito, es la parte visible. En la segunda imagen podemos
observar que se trata de una estructura mucho más grande, interna y que
se bifurca formando una V, cuando nos excitamos no solo entra en acción
la parte visible, sino que también lo hacen estas partes mas ocultas. Si
quieres ver el video donde obtendrás una información mas amplia sobre
este tema cliquea en tu buscador “El clítoris on vimeo”.
![]() |
"Guía de salud sexual para mujeres" 2010, Colegas Junta de Andalucia" |
![]() |
Imagen del Vídeo "El Clítoris" Canal Odisea 2003, Francia |
Muchas
mujeres que llegan al Espacio de Salud Entre Nosotras se sienten
fracasadas por que no consiguen tener relaciones sexuales satisfactorias
consigo mismas, piensan que no hacen las cosas de la “forma correcta”
para acceder al placer, se desesperan buscando una solución muy alejada
del autoconocimiento, sintiéndose cada vez mas presionadas.
Otra
de las cuestiones que suelen plantearse en los grupos es la de creer
que el tener una pareja sexual implica la renuncia a la sexualidad con
una misma, cuando resulta que es todo lo contrario, autoestimularse
tendría que verse como algo natural, como una manera de conocerse mejor a
todos los niveles, a nivel físico y a nivel emocional, para luego poder
compartir y disfrutar mas plenamente de las relaciones sexuales
compartidas, en unas ocasiones y en otras de mi propia sexualidad.
También
muchas mujeres, activas sexualmente y conectadas con su necesidad de
expresarse y desarrollar el área sexual, entran en conflicto y se
enfrentan a un entorno en el que imperan valores religiosos y morales
más conservadores y mas acordes con el modelo imperante, recordándolas
el concepto negativo de lo que significa el autoerotismo, asociado a no
ser una mujer digna de respeto.
Toda
la mala información que hemos recibido sobre la sexualidad y
concretamente sobre el tema del autoplacer hace que experimentemos unos
intensos sentimientos de culpa inoculados desde muy temprana edad y que
consiguen bloquear el deseo sexual, y nos impiden centrarnos en las
sensaciones agradables, inhibiéndonos de la posibilidad de experimentar
con nuestro propio cuerpo.
Por
lo tanto, para gozar de nosotras mismas tendremos que centrarnos en
aprender a responsabilizarnos de nuestra sexualidad a través del
autoconocimiento de nuestra anatomía fisiológica, autoexploracion sexual
y el autodescubrimiento de nuestro placer.
Para
ello, es importante que empecemos por cuestionarnos como han influido
los mensajes que nos han dado sobre nuestra sexualidad, en concreto
respecto al tema del autoerotismo, que hagamos un repaso de nuestras
primeras experiencias y como todo esto condiciona nuestra actitud
actual.
Asumir
que el autoconocimiento no es una serie de pasos o técnicas que llevan
al orgasmo, es un proceso integral, en el que se ven involucrados
actitudes, pensamientos, sentimientos, fisiología, en fin todo el
ser….por lo que se hace necesario un mayor conocimiento de nuestro
cuerpo, de nuestros genitales y darnos permiso para experimentar. Cuanto
más experimentemos más posibilidades tendremos de descubrir nuevas
formas de placer.
Con
todo ello tendremos la oportunidad de plantearnos una sexualidad más
igualitaria donde no estén tan representados los roles, y haya menos
diferencia entre las funciones de los dos sexos, asumiendo la diversidad
sexual, convirtiendo la sexualidad en una expresión de la
individualidad.
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